UN POLICÍA LOCAL DE MÁLAGA, SALVA LA VIDA DE UNA MENOR QUE INTENTA SUICIDARSE DESDE UNA NOVENA PLANTA.Escucharon por radio el mensaje y se encaminaron hacia el lugar. Una joven se encontraba colgada de una barandilla situada en la novena planta de un colosal edificio en la barriada de la Luz, en la capital malagueña. La chica estaba a punto de caer al vacío, si ellos no lo evitaban.
Los agentes, una pareja de motoristas pertenecientes a la Jefatura de la Policía Local de Carretera de Cádiz, se encontraban patrullando en las inmediaciones y llegaron en cuestión de segundos. Eran las dos y media de la tarde del pasado viernes 11 de diciembre. Al mirar hacia arriba, vieron que la chica pendía de una terraza. Sin ningún punto de apoyo.
Intervención
Los policías se separaron. Uno de ellos se quedó a pie de calle ante la más que inminente caída, mientras el segundo corría hasta la novena planta para intentar rescatar a la joven. Llegó al piso desde el que se suponía que se había asomado y llamó a la puerta. Una mujer le confirmó que había salido por la ventana de esa vivienda, pero que ya no estaba allí. Se había descolgado una planta y se encontraba a la altura del octavo.
El agente bajó a toda velocidad. Le abrió otra mujer, que acababa de percatarse de la presencia de la chica. En realidad fue su madre la que se llevó un buen susto al adivinar una sombra en la ventana. El policía local se colocó con disimulo detrás de la cortina. Se fue acercando con sumo sigilo y empezó a abrir lentamente la hoja acristalada del vano.
Fue un movimiento rápido. El funcionario franqueó la ventana y agarró por la cintura a la chica, que tenía los pies apoyados en el alféizar, con todo el cuerpo en el aire. Fuentes policiales explicaron a este periódico que la joven empezó a hacer fuerza con los brazos, intentando separarse del agente, que la sujetaba. La situación llegó al punto de que estuvieron a punto de caer los dos al vacío. El dueño de la casa acudió raudo en ayuda del policía y lo cogió por la cintura. Seguramente, su intervención fue clave para evitar un trágico desenlace.
Estado de nervios
La chica pudo ser rescatada. Se trataba de una menor de tan sólo catorce años. El funcionario trató de tranquilizarla, ya que se encontraba muy nerviosa. Finalmente, tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital Clínico Universitario para ser atendida por unos especialistas.
El policía salió ileso en la intervención. Las fuentes consultadas destacaron el valor del agente, que se jugó la vida, así como la sangre fría con la que actuó en el rescate. De hecho, sus superiores planean proponerlo para que le concedan una felicitación pública por su servicio.