Y la Avenida se convirtió en una feria. Aunque para muchos las dos de la tarde de ayer se recuerde como una jornada algo más peliculera de lo normal, los empleados y clientes de la Caja Rural ubicada en la avenida Cayetano del Toro vivieron una auténtica pesadilla. La valiente y rápida actuación de varios agentes de la Policía Local frustraron un atraco a mano armada con rehén incluido.
Efectivamente, Julio G. fue fiel testigo de lo ocurrido. Relata a este periódico que sobre las dos de la tarde observó mientras paseaba con sus hijos por la Avenida a un extraño individuo que, a pesar de los calurosos 34 grados de la mañana, intentaba entrar en el banco con un casco, de los conocidos popularmente como "quitamultas", y una braga de las usadas por los motoristas para evitar el relente. Julio G. recuerda como alguien le abrió la puerta de la sucursal desde dentro. Atendiendo a una especie de déjà vu, Julio siguió mirando hacia la sucursal y reconoce que se sorprendió cuando un coche de la Policía Local se paraba a las puertas de la misma. Del mismo se bajaron tres agentes que, tras mirar a través de los cristales del establecimiento, desenfundaron sus pistolas tipo Walter P99 y comenzaron a propinar patadas a la puerta. Poco tiempo después salían, según el testigo, con uno de los dos atracadores ya reducido.
La versión municipal confirma lo relatado. Efectivamente, José Luis P.M., de 53 años, con antecedentes por delitos relacionados con el tráfico y la tenencia de drogas, y Luis V.M., de 59 años, con cinco antecedentes por robo con violencia e intimidación, una por tenencia de armas y otra por tenencia de explosivos, fueron detenidos por la Policía Local.
Al parecer, una ciudadana alertó a un agente de la Policía Local de que se estaba produciendo un atraco. El agente alertó a una patrulla.
Esta versión municipal describe que entre tres agentes rodearon al primero de los atracadores que salía de la oficina con un cuchillo y un cliente de la caja como rehén. El ladrón frustrado, al verse encañonado por los tres policías, decidió soltar a su rehén y el arma, por lo que rápidamente fue reducido por las autoridades.
El segundo atracador, que percibió la presencia de los agentes ,se encerró en un habitáculo de la oficina portando un revólver simulado. Los agentes entraron en la oficina y conminaron al atracador a deponer su actitud, consiguiendo que él mismo se entregara soltando previamente su arma que, aunque simulada, presentaba características muy similares a las de un arma real. Los detenidos ya tenían preparado su botín en el momento de la detención. La Policía Local también ha recuperado ya el ciclomotor, propiedad de uno de los detenidos, que los atracadores tenían previsto utilizar en la huida. Ambos detenidos fueron trasladados a Comisaría para que pasen posteriormente a disposición judicial.
